martes, 2 de noviembre de 2010

Romance XI “Más allá de la tierra prometida”

Cuando había terminado tragué saliva, las piernas me temblaban y mis ojos permanecían abiertos pendientes de los ruidos y sombras del entorno. Ella me miró de golpe y agarrando mis hombros dijo de forma contundente, como con prisa:

- Debo irme hijo mío, se me hace tarde. Gracias por haberme escuchado. Ni te imaginas el valor que tiene para mí. Necesitaba desahogarme, ya que la penuria anidaba en lo más profundo de mi alma y el dolor irradiaba en mis recuerdos. Ahora es hora de marcharme y continuar mi camino.

- ¡Espere!- me atreví a insinuarle-. Una última cosa me gustaría saber. Perdone mi atrevimiento, he quedado maravillado con su historia pero… pero no supe exactamente el por qué de su gran tristeza… Hablaba con pasión de sus hijas, sus amantes, su vida repleta de cambios y altibajos pero… no entiendo verdaderamente el por qué, la causa… hay algo que no veo claro…

Hubo unos minutos de silencio. Suspiró profundamente y dirigió hacia mí sus últimas palabras…

- Guadalquivir es el nombre de mi amado, el Rey. Padre de mis hijas, hombre bondadoso y cortés con el pueblo que acabaría traicionándole, siempre estuvo al tanto de ayudar al prójimo y de asegurar la protección de sus súbditos.
Hace mucho que no sé de él. Algunos dicen que murió, otros que está escondido más allá de la tierra prometida. Mi fe desespera… mis ansias las consume el recuerdo… y el suicidio de una Reina y un Rey lleva por nombre olvido y, como escudero, la ignorancia de un pueblo que nunca supo valorar con rotundidad y constancia lo que se hizo, hace y hará por él.
El genial poeta Ibn Sahl escribió los últimos versos que yo recuerde sobre Guadalquivir, y a ellos aferro mi esperanza de que vive, de que me llama... Debo seguir buscándolo, me obsesiona el reencuentro cada minuto; sueño besar sus labios de nuevo, acariciar su rostro y continúo anhelando su cálida compañía. Quizás solloza desde su destierro, quizás se lamenta en su propio olvido por recuperar nuestro amor… Mi ilusión se apaga, se consume cada día. Espero estar sentada junto a él aún una última vez en el trono de nuestro reinado, en el trono que nos pertenece, en el trono por el que dimos la vida… antes de que nos visite la muerte…




MÁS ALLÁ DE LA TIERRA PROMETIDA
Letra: Narci Lara. Música: Antonio Ruiz, Narci Lara y Raúl Rueda. (AL-ANDALUS)

Basada en un poema sobre el río Guadalquivir que escribió el poeta árabe Ibn Sahl (...- Córdoba 1260). Recogido en la obra “Antología de la lírica andalusí, 1985”. El poeta, curiosamente, murió ahogado en el mismo río sobre el cual escribió hermosos versos.

Aguas cristalinas, visten mi curtida piel
Por mis ocho hijas, reinaré…
Viento de levante, ¿quieres ser tú mi corcel?
Te prometo el mundo, por ti lo conquistaré…

Lluvia envejecida, bruma iluminada
Trepo a los peldaños, para encumbrarlos

Madre es la montaña, surco las colinas
Muero marinero, en el destierro

Salve Reina, no me abandones, eres mi estrella…

Galante caballero, guarda de los prados
Mi sangre abastece, a los poblados

Recurso omnipresente, amante ignorado
Gente que me hiere, contaminando

Antes, Señor de los valles…
Ahora, ¿le importo a alguien? …

Salve Reina, no me abandones, eres mi estrella…

ESTRIBILLO

Soy el manantial que da la vida
A este lugar…
¿Quién recuerda ya a un Rey sin corona?
La historia da igual…

Lloro por los hombres, lloro mi reinado
Mi hueste descansa, en el pasado.

Hoy tiendo mi mano, nadie a un viejo quiere…
Pero jamás olvides, a quién le debes quien eres…

Salve Reina, no me abandones, eres mi estrella…

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