Esa extraña mujer había desencadenado en mí tales emociones que pude llorar, reír, creer, pensar, suspirar y sentir muchísimas cosas al mismo tiempo.
Ella no soltaba mis manos, como queriendo desahogarse conmigo, como queriendo contar algo al mundo… Yo, abriendo mis ojos muy despacio, la miré tímidamente otorgándole mi consentimiento. Así, empezó a relatar entre sollozos:
- Como ves, soy anciana ya, mucho camino he recorrido y mi alma y mis huesos están cansados. No sé cuánto viviré, pero antes de perecer me gustaría dejar testamento de lo que fui y soy, para que mi gloria, mis desdichas y fracasos se graben en las entrañas de la historia y los hijos de vuestros hijos conozcan la verdad que me ampara.
En mi extensa vida tuve ocho hijas: Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla. Ellas me dieron las fuerzas necesarias para estar siempre con la mirada en alto y luchar por los valores culturales, sociales, humanos y artísticos en los que creí. Ahora te contaré algo sobre estas princesas que son el pilar de mi vida, los cimientos de mi reino.
La primera de mis citadas hijas, Almería, es radiante, curiosa, fuerte, introvertida y noble. Muchas veces incomprendida, es columna vertebral de mis emociones más delicadas. Tiene profundos rasgos árabes y un amante en el recuerdo, grandísimo poeta, cuyo nombre es Francisco Villaespesa. La poesía de este hombre le dio fuerzas por siempre para superar los duros momentos y enterrar en el abismo del alma los malos recuerdos…
Ella no soltaba mis manos, como queriendo desahogarse conmigo, como queriendo contar algo al mundo… Yo, abriendo mis ojos muy despacio, la miré tímidamente otorgándole mi consentimiento. Así, empezó a relatar entre sollozos:
- Como ves, soy anciana ya, mucho camino he recorrido y mi alma y mis huesos están cansados. No sé cuánto viviré, pero antes de perecer me gustaría dejar testamento de lo que fui y soy, para que mi gloria, mis desdichas y fracasos se graben en las entrañas de la historia y los hijos de vuestros hijos conozcan la verdad que me ampara.
En mi extensa vida tuve ocho hijas: Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla. Ellas me dieron las fuerzas necesarias para estar siempre con la mirada en alto y luchar por los valores culturales, sociales, humanos y artísticos en los que creí. Ahora te contaré algo sobre estas princesas que son el pilar de mi vida, los cimientos de mi reino.
La primera de mis citadas hijas, Almería, es radiante, curiosa, fuerte, introvertida y noble. Muchas veces incomprendida, es columna vertebral de mis emociones más delicadas. Tiene profundos rasgos árabes y un amante en el recuerdo, grandísimo poeta, cuyo nombre es Francisco Villaespesa. La poesía de este hombre le dio fuerzas por siempre para superar los duros momentos y enterrar en el abismo del alma los malos recuerdos…
(Un temazo del cual tenemos mucho que apender). Albä.
EL LABERINTO DE LOS SECRETOSLetra: Miguel A. Franco. Música Raúl Rueda. (ALMERÍA)
Basada en el poema “Lucha” (Intimidades, 1898) del poeta almeriense
Francisco Villaespesa (Laujar de Andarax, Almería 1877- Madrid 1936)
La vida es combatir
sin motivo de temor,
sin querer mirar en pos,
hasta el triunfo conseguir.
Terco y rudo esgrimiré
Como lanza mi razón,
como escudo condición
¡como roca surgiré…!
No caeré... al dolor jamás, jamás me humillaré.
Las estatuas surgen de…de la dura y fría roca,
sólo a base de martillo y cincel.
ESTRIBILLO
Tiempo escucha…
Escrito no hay un final.
¡Miedo renuncia!
Mi alma aún libre será
Dama fría sin color.
busca y lucha su por qué.
De entre sombras renacer
cual sublime resplandor.
Hoy mi rabia es vendaval,
mi camino maldición,
compañero el corazón,
mis pisadas huracán.
Si he de caer… humillado nunca más me rendiré.
Me aprisionará el honor en la torre de mi orgullo
y aplastado en sus escombros moriré…
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